Reinventarme
- vierkavalentinacal
- 14 jul
- 4 Min. de lectura

Si una cosa he aprendido muy bien de las diferentes estaciones es que la tierra debe reinventarse frente a cada cambio. No es opcional, para poder seguir su curso debe renovarse. No se lamenta porque primavera está a punto de terminar o cuando el invierno comenzará. Se prepara para las distintas temporadas.
En cambio los humanos tendemos a tomar más tiempo para adaptarnos, esto es completamente normal, incluso en terminos de personalidad hay quienes le sientan mejor los cambios y otros que muestran resistencia. La frustración toca nuestra puerta al escuchar la palabra nuevo, empezar, comienzos, traslado, mudanza, transición, aunque alguno de estos implique bienestar o beneficio la primera reacción es de impacto y sorpresa.
Siempre nos abruman los nuevos pasos, los terrenos desconocidos, las inversiones inciertas y todo lo que implique dar un paso al frente que sale de nuestra zona de confort y nos forza a salir de nuestra propia comodidad. Sin embargo, la idea hoy no es motivarte a lanzarte o emprender nuevos pasos, lo dejaré para un artículo futuro, podemos hablar de eso después. Hoy quiero hacer un llamado a Reinventarnos.
Las estaciones y los cambios temporales son una realidad pero muchas veces nos quedamos librando nuevas batallas con viejas armaduras. Intentamos resolver nuevos problemas con viejas estrategias. Frente a nuevas necesidades necesitamos traer nuevas respuestas.
¿Podrías explicarte mejor?
Imagina que a finales del año pasado trazaste metas y objetivos para este año, ya ha pasado un semestre desde ese entonces y aún no has visto resultados en parte o ninguno de los objetivos que prometiste cumplirías. ¿Cómo respondes ante esta realidad? ¿Qué propones frente a la frustración que causa no obtener lo que nos prometemos?
Necesitamos replantearnos para reinventarnos. Ninguna renovación viene sin que primero haya un espacio de pausa para analizar las condiciones del momento y a partir de los datos arrojados tomar nuevas medidas. No es momento de rendirnos ni tirar la toalla o alzar la bandera blanca. Lo que realmente nos urge es un nuevo plan, mejores estrategias, evaluar que podemos hacer mejor esta vez para que funcione como debería.
Reinventarnos implica reconstruirnos.
Otra vez usemos nuestra imaginación, supongamos que hay una obra en construcción y por alguna razón u otra el arquitecto identifica una falla en una de las columnas ¿qué consideras sería lo más prudente hacer? Ponte en los zapatos de ese arquitecto y trae alguna estrategia para salvar esta construcción.
Ahora imagina que eres tú ese arquitecto en los planes y metas que te has propuesto, en tu identidad y definición de valores como persona, en tu proyecto de vida, en el rumbo de tu matrimonio o establecimiento de tu noviazgo, desde la perspectiva que mejor se ajuste a la temporada que estás viviendo ahora ¿abandonarías la obra? ¿Dejarías todo porque algunos pasos no salieron como en el plan? O ¿Replantearías hacer los ajustes de lugar para que la obra siga funcionando? A partir de esa respuesta, hay mucho que podrías someter en el filtro de prioridades, porque si tu respuesta es que no vale la pena y deberías rendirte entonces esa relación, proyecto, inversión, negocio, carrera profesional, etc., entonces no es tan importante para ti.
Por supuesto, no desestimo el trabajo y esfuerzo que implica romper lo que ya estaba establecido, romper patrones, deconstruir y desaprender. Se que cuesta bastante pero es tan significativo y valioso en el proceso de reinventarse. Incluso, de antemano me atrevo a decir que hay días donde las grietas en el proceso de deconstruir se van a sentir más profundas y dolorosas que nada, habrá dolor porque estás rompiendo paradigmas e ideas que estaban contigo desde tus primeros pasos.
En alguna ocasión alguien citó y no recuerdo el nombre del autor que: “Quienes no evolucionan corren el riesgo de extinguirse”. Como una niña nacida en un lugar tropical, húmedo y fresco toda mi vida durante 22 años estaba envuelta en vestidos, faldas y prendas de vestir cómodas para el calor y rutina del día. Nunca imaginé que a mis 23 me tocaría adaptarme al frío clima de Virginia o al excesivo calor seco del desierto en Arizona. Ademas de los constantes viajes que implico nuestro primer año de casados. No les niego me ha costado bastante, han habido noches sin dormir, oraciones intensas, secciones de terapia, mentoria y ayuda pero aqui estoy, apostando todo incluso en las noches sin luna, oscuras, intensas y largas.
Dos extremos por completo.
La opción era clara pero no la veía, era muy evidente que mi única opción para no quedarme entre las quejas y la amargura yo debía replantearme y aunque muchas de las costumbres y percepción que tenia eran buenas para el contexto de mi vida como soltera en Dominicana, miembro de una iglesia muy conservadora no me eran los mejores para este nuevo contexto de mi nueva vida en el que me encontraba.
Muchas en la vida nos toca experimentar cambios de un extremo a otro. Entre pérdidas, mudanzas, emprendimientos y tantos otros retos que nos forjan a reinventar ese carácter para poder vivir sin el riesgo de extinguirnos ni morir resistiendo los cambios. Y Mientras nos vamos replanteando, nuestro carácter es formado y capacitado. Asi que te invito en cualquiera que sea la sitaucion a tomarte una pausa, quizas con un te o una taza de cafe y que en vez de rendirte lo pienses mejor. Piensa que necesita una nueva adaptación frente a los cambios que trae y como dice mi querido Dante Gebel Firme como talón de oso.











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